La alulosa es un edulcorante que se encuentra en pocas cantidades en la naturaleza (trigo, pasas e higos secos), pero que se produce comercialmente a partir de fructosa o maíz.
Dentro de sus características, podemos mencionar que, si bien se absorbe rápidamente en el intestino, no se metaboliza, por lo que su aporte calórico es casi nulo (sólo 0,2 kcal/ g), y no eleva los niveles de glucosa ni de insulina, lo que la convierte en un endulzante seguro y apto para personas con diabetes o resistencia a la insulina. Podríamos decir, entonces, que es un reemplazo saludable del azúcar, perfecto para utilizar en preparaciones calientes y frías. ¡En serio! Resiste la temperatura, así es que puedes preparar con ella caramelo, manjar, merengue, postres, pasteles y hasta helado. Siguiendo la recomendación de conversión de 1:1 respecto al azúcar, tus preparaciones quedarán dulces, pero un poco más suaves, ya que la alulosa endulza un 70% respecto a la sacarosa.