La Salvia hispanica o chía, es una planta originaria de México, cuyas semillas han sido consumidas desde tiempos prehispánicos por sus múltiples usos y numerosas propiedades. ¿Quieres saber un poco más?
Luego de los pescados azules, como el salmón y el atún, las semillas de chía están dentro de las principales fuentes vegetales de ácidos grasos omega 3, reconocidos por reducir la inflamación de todo el cuerpo, lo que ayuda, por ejemplo, a mantener una buena salud cardiaca apoyando el control de la presión arterial y reduciendo los niveles de colesterol malo. Además, son una importante fuente de proteínas, fibra y ácidos grasos insaturados, y contienen polifenoles (antioxidantes), vitaminas del complejo B, principalmente, y minerales como fósforo, calcio y magnesio. Gracias a esta composición es que también regulan el tránsito intestinal y ayudan a prevenir la retención de líquidos, entre otros muchos beneficios.
¿Cómo consumirla? ¡De muchas maneras! Espolvoreando las semillas en la ensalada o agregándolas en el bol del desayuno o en sopas y cremas, e incluyéndolas en tu masa de pan y galletas. Y, como forma un gel en contacto con agua (tiene mucílagos), también es una forma de reemplazar el huevo en muchas preparaciones. Una maravilla de la naturaleza.