El polen es un verdadero tesoro. ¡De verdad! Porque es completo y nutritivo: es una importante fuente de proteínas (y aminoácidos esenciales... ¡los tiene todos!), vitaminas del complejo B, A, C, D y E, y minerales, como potasio, calcio, magnesio y fósforo.
Entre sus propiedades destaca su enorme poder revitalizante, de allí que se recomiende consumirlo en la mañana, previo a iniciar todas tus actividades. Además, ayuda a combatir el estrés y, por extraño que parezca - porque muchas personas somos alérgicas a él - puede neutralizar algunas alergias. ¡En serio!
Como no podemos digerir estas bolitas secas así como vienen, para aprovechar todos sus nutrientes, el polen debe disolverse antes de ser ingerido, lo que puedes hacer en jugos, batidos o agua; no en bebidas calientes. Puedes partir con 1/4 de cucharadita de polen y de a poco aumentar la cantidad. Así es que si te falta energía, ¡dale una oportunidad al polen! Salvo que seas alérgico a él... puede ser peligroso.