La sal rosada proviene de las minas de Khewra, en Pakistán. Su color - que varía entre el rosado y rojizo - se debe a las trazas de minerales que acompañan al cloruro de sodio, como potasio, calcio, magnesio y hierro, entre otros, los que también son responsables de que su sabor sea diferente al de la sal de mesa, permitiendo así que los alimentos queden más sabrosos con una menor cantidad de sal.
Esta sal es 100% natural, lo que implica que no ha sido refinada ni contiene aditivos como la sal común. Se puede usar para cocinar, sazonar y conservar los alimentos. ¡Ah! Y también para que te des un relajante baño. ¿Qué mejor?